La permanente obra en marcha de la Liga Española abre sus puertas para el capítulo 2010-2011. El último Mundial queda como un lujoso intermedio de aquella épica batalla que librasen Barcelona y Real Madrid la temporada pasada. Lo que esta a punto de arrancar es una nueva historia, un nuevo enfrentamiento, en un campo que aún no seca el desgaste derramado por la carrera que llevó al equipo de Pep Guardiola a los 99 puntos. La obra no permite ingreso a más protagonistas que los mismos que abrieron la enorme distancia en la más apasionante pero también, mas desequilibrada Liga española.

EFE
Lio Messi, la gran figura del campeón
El Barcelona y su camiseta blaugrana descansaron durante el Mundial, mas no así la filosofía que los sustenta. El juego de posesión y toque fue el respaldo de la Selección española que alzó la Copa. Siete de esos campeones mundiales regresan al Barcelona con el peso de la estrella bajada del cielo africano y con la acumulación de minutos de juego que pueden pesar en el desarrollo de una larga temporada. Pep Guardiola tiene muchos retos enfrente, uno de los cuales será mantener físicamente rentables a los mejores jugadores de esa Selección campeona del mundo.
Guardiola recurre en extremo caprichoso a su cantera para fortalecer un plantel con el que también sostiene una bandera ideológica distintiva. Cuenta en el arranque de la Liga con un primer plantel de 19 jugadores, demasiado corto para enfrentar las tres competencias de la temporada, con un margen de error muy limitado. La pluralidad de funciones será esencial para mantener dinámico su juego. En momentos de duda, el Barcelona cuenta con Leo Messi. El argentino ahora arropado por la lógica madurez que le permite armar planteles en su equipo y en su selección, tiene una nueva temporada revancha a la vista. Ese compromiso irrevocable por complementar su competitiva personalidad.
Las grandes 'derrotas' blaugranas del verano, la fallida llegada de Cesc Fábregas y la salida Zlatan Ibrahimovic, no parecen calar en un vestuario al que Guardiola alecciona con la mirada puesta hacia delante. "Este vestuario no va a perder las ganas de ganar"sentenció recientemente Víctor Valdés. El título de la Supercopa española, por las formas mas que por el resultado, demuestra lo que puede ser la temporada blaugrana. Obligado recurre al crecimiento acelerado de la cantera para cubrir espacios que dejen por su calendario los más experimentados. Los que definen los partidos mas importantes. Barcelona tiene un gran equipo en búsqueda de conocer si tiene un gran plantel.
La Liga está marcada por la gran distancia entre los dos grandes y los 18 restantes. La temporada pasada el trecho fue de 28 puntos entre el campeón y Valencia que fue tercero. La obra de esta temporada no presenta actos que le quiten la máscara a un cambio. Entre Real Madrid y Barcelona han invertido 161 millones de euros en fichajes (Mascherano al Barcelona por 22 millones, el más reciente). Valencia ha vendido a dos de los mejores jugadores que han vestido su camiseta en David Villa y David Silva, su proyecto se sostiene en la insolencia juvenil de Juan Mata y dos goleadores complementarios obligados a ser principales, Aduriz y Soldado. Sevilla está en proceso de reinvención de intenciones al caer eliminado en la Champions, torneo que representaba ingresos equivalentes a un 20% del presupuesto del club.

EFE
Mourinho, el fichaje estrella del Merenghe
Atlético de Madrid puede ser el único con opciones para creer que esta temporada no será la misma carrera desenfrenada entre dos equipos. Mantiene su política de retención de figuras y suma a sus necesidades fundamentales en el fondo con la llegada de Diego Godín y el valorado Felipe Luis aunque descartado para el partido más importante de su nueva temporada, el que le ganan al Inter en Mónaco. Tras la cuarta jornada sabremos para qué está el Aleti en la Liga, habrá enfrentado entonces al Valencia y Barcelona en fechas consecutivas.
El Real Madrid ha conseguido que el club pase a manos de su técnico. Un caso extremo ante la extrema urgencia por aplacar el efecto de los títulos blaugranas. José Mourinho ha logrado que ahora sea él lo más importante en un club de gran historia, enorme excelencia y grandes jugadores. Es un técnico galáctico, que acapara sistemáticamente la atención y libera de presión a sus jugadores. Gana por costumbre. Por lo mismo, Florentino Pérez convivirá con una presión histórica para su presidencia. Tiene el técnico que quería y con éste los jugadores que pidió. Seis incorporaciones además de las diez de la temporada pasada, un total de 333 de euros millones en fichajes. La construcción de un Madrid "desde cero" como dice Mourinho no es tal. El Real Madrid se ha construido desde una alta inversión en grandes jugadores con un año de haber arrancado.
Mourinho ha sido capaz de alienar el sector de la prensa más crítico con su antecesor para ampliar los plazos de la paciencia colectiva. Aún no es capaz de encontrar el equipo, pero en el Real Madrid "las referencias son los futbolistas, no las ideas" como asegura Jorge Valdano. Mourinho trabaja en función del compromiso con una sola idea: ganar. Jugar bien es relativo al resultado. Implica a los jugadores en el objetivo y les entrega las armas necesarias para enfrentar su reto. Lo hizo con éxito en Porto, Chelsea e Inter, en una década de crecimiento explosivo que ahora se detiene ante el compromiso mas grande de su carrera. En el escenario más grande, en un club grande, ante la obligación más grande: ganar sin extender la espera.
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