Los San Francisco 49ers fueron una de tres franquicias que importó la NFL de su liga rival, la AAFC, en 1950 (junto con los Cleveland Browns y una encarnación desaparecida de los Baltimore Colts). Aunque en menor medida que los Browns, los 49ers también gozaron del éxito temprano en sus primeros años en la NFL, ganando más partidos de los que perdían en ocho de sus primeras 12 campañas en la liga. Sus época de vacas flacas ocurrió hacia el final de la década de los '70s, pero antecedió inmediatamente a su era de vacas gordas. De 1977 a 1980 ganaron 15 partidos y perdieron 47; pero en 1981 lo ganarían todo, coronándose en el Super Bowl XVI. San Francisco ganó en total cinco Trofeos Vince Lombardi en un lapso de 14 temporadas, imponiéndose también en las ediciones XIX, XXIII, XXIV y XXIX del súper domingo, y convirtiéndose en el proceso, en la franquicia modelo a seguir en la NFL a partir de la década de los '80s desde el aspecto deportivo hasta el ámbito organizacional. Los 49ers sirvieron, además, para ser la gran vitrina donde el desaparecido genio Bill Walsh mostró al resto de la NFL su perfeccionado sistema ofensiva que hoy conocemos --erróneamente-- como la Ofensiva de la Costa Oeste. Aunque Walsh ya había empezado a esbozar su complejo esquema como asistente de Paul Brown con los Cincinnati Bengals, y como entrenador en jefe de los Universidad de Stanford, fue en San Francisco donde su "Ofensiva Cincinnati" --como a él le gustaba que la denominaran, para distinguirla de la verdadera Ofensiva de la Costa Oeste-- se convirtió en maquinaria perfecta. Cabe recalcar que aunque ha sido imitada en mayor o menor grado por la gran mayoría de equipos de la NFL desde entonces, nunca nadie la ha ejecutado con la eficiencia de los Niners de los '80s. El mejor jugador en su historia fue la piedra angular del sistema:
1. Jerry Rice, receptor abierto (1985-2000): Hijo de un albañil, Rice solía ayudarle a su padre, junto con sus hermanos, con la pesada tarea de trasladar centenas de ladrillos de un sitio a otro, proceso que a menudo se hacía lanzándolos. Rice poseía unas manos que, según él mismo, eran desproporcionadamente grandes para un chico de su edad, y se avergonzaba de ello. No imaginaría que esas manos, y ese "entrenamiento" atrapando ladrillos le serviría para convertirse en uno de los mejores, si no es que el mejor, receptor abierto que ha pasado por la NFL. Producto de la minúscula Mississippi Valley State, la mayoría de franquicias despreció a Rice previo al draft --a pesar de que había impuesto numerosos récords de la NCAA en Itta Bena, y finalizado noveno en la votación por el Trofeo Heisman de 1984-- por ser "lento (4.71 segundos en las 40 yardas) y solamente los Niners y los Dallas Cowboys fueron las franquicias que se interesaron en él. En el draft, San Francisco realizó un canje para colocarse por delante de Dallas en la primera ronda, y el resto es historia. Por la increíble precisión con que corría sus rutas, la inmaculada técnica con que atrapaba el ovoide, la enorme seguridad de sus manos, y su inverosímil facilidad para conseguir yardas después de la atrapada hicieron de Rice el ingrediente que llevó la ofensiva de Walsh a otro nivel. Como arma principal de Joe Montana y Steve Young, Rice emprendió una carrera que hoy en día parece absolutamente imposible de igualar. Trece nominaciones al Pro Bowl, 12 menciones como All-Pro, incluyendo 11 con el primer equipo, tres anillos de Super Bowl, y dos nombramientos como Jugador Ofensivo del Año cuentan apenas parte de la historia. Rice reescribió los libros de récords de la NFL, y entre las más notables, cuenta con marcas históricas por recepciones de por vida (1,549), yardas por recepción (22,895), y anotaciones por recepción (197). Miembro del equipo ideal de la década de los '80s, de los '90s, del Aniversario 75º de la NFL, y --desde este 2010-- del Salón de la Fama, Rice jugó también para los Oakland Raiders y Seattle Seahawks antes de retirarse. Su Nº 80 fue retirado por los Niners hace unas semanas.
2. Joe Montana, mariscal de campo (1979-1992): Cuando se habla de un mariscal de campo franquicia, usualmente hay dos acepciones: la primera de ellas se refiere a aquél pasador con grades dotes físicos que parece el jugador ideal para ser el rostro de la franquicia por varios años; la segunda es para aquéllos que no hacen más que ganar. Montana estaba lejos de la primera acepción cuando llegó a la NFL, pero no hay duda de que la segunda definición le sienta a la perfección. Procedente de Notre Dame, donde nunca fue uno de los favoritos de su entrenador en jefe Dan Devine, Montana fue considerado demasiado pequeño, demasiado delgado, y en general demasiado frágil para la NFL por la mayoría de los equipos. Pero Walsh vio en él algo que nadie más vio, y tomó al pasador en la tercera vuelta del draft, demasiado alto de acuerdo a los analistas de la época. "Tenía un trabajo de pies que sólo se compraba quizás con el de Joe Namath", dijo Walsh, quien requería a un pasador con movilidad dentro del bolsillo y capaz de lanzar pases con perfecta sincronía. Montana empezó en la banca como reserva de Steve DeBerg, y no fue nombrado titular hasta el año siguiente. Pero fue en 1981 cuando el resto de la NFL empezó a percatarse de lo que habían dejado pasar. En camino al primer Super Bowl de la franquicia, Montana se inmortalizó con "The catch", un pase rolado a la derecha, de touchdown para Dwight Clark, que dio el triunfo a los Niners sobre los Cowboys en el Juego de Campeonato de la NFC de esa temporada. Guiaría a los 49ers a cuatro triunfos de Super Bowl, y en tres de esos juegos sería el JMV. Dos veces ganó el reconocimiento como JMV de la NFL, una vez como Jugador Ofensivo del Año, y otra como el Regreso del Año. Parte del equipo ideal de la década de los '80s, y del equipo del Aniversario 75º de la liga, su jersey Nº 16 ha sido retirado por los Niners y es parte del Salón de la Fama desde el 2000. Terminó su carrera después de pasar dos temporadas con los Kansas City Chiefs. ¿Su logro más importante? En cuatro Super Bowls jugados, sus estadísticas combinadas son: 83 pases completos de 122 intentos (68 por ciento de efectividad) para 1,142 yardas con 11 touchdowns y 0 intercepciones (índice de pasador de 127.8), y por supuesto registro perfecto de 4-0. A eso le llamo yo un mariscal de campo franquicia.
3. Roger Craig, corredor (1983-1990): Me cuesta trabajo recordar un corredor más completo que Craig en la historia de la liga. Elegido en la segunda vuelta del draft de 1983, Craig provenía de la Universidad de Nebraska donde --como fullback-- bloqueaba para el espectacular Mike Rozier. Con los Niners, pasó a la posición de corredor donde se convirtió en el comodín de Walsh. Excelente llevando el interior por el interior en acarreos de poder, Craig también brilló corriendo por fuera, bloqueando en situaciones de pase, y sobre todo recibiendo el ovoide en jugadas de pase. En 1985 se convirtió en el primer jugador en la historia de la liga en registrar 1,000 yardas por tierra y 1,000 por aire. Fue nombrado a cuatro Pro Bowls, y en una ocasión recibió la designación como All-Pro. Parte del equipo ideal de la década de los '80s, quizás lo que más haya que aplaudir de Craig es que comprendió que no era el pilar de la ofensiva, y siempre estuvo dispuesto a hacer lo que fuera para que el equipo ganara. De haber sido el punto focal de una ofensiva tradicional, quién sabe hasta dónde hubiera podido llevar sus estadísticas individuales.
4. Hugh McElhenny, corredor (1952-1960):Aún antes de Elvis Presley, McElhenny era conocido como "The King". Uno de los corredores más alusivos de todos los tiempos, hay quien ha dicho que McElhenny era Gale Sayers antes de Gale Sayers, Barry Sanders antes de Barry Sanders. Parte del "Million-Dollar Backfield" de los Niners en los '50s --que incluía también al mariscal de campo Y.A. Tittle, el corredor Joe Perry, y el fullback John Henry Johnson-- McElhenny era un jugador adelantado a su tiempo. McElhenny se benefició de jugar en una era donde empezaban a desaparecer los jugadores de 60 minutos, y las sustituciones en pelotón se hacían más frecuentes, lo que condujo eventualmente a una especialización de posiciones. Ello le permitía mantenerse fresco durante todo el juego, y a menudo eso redituaba en largas escapadas para anotación. Seis veces invitado al Pro Bowl, y cinco veces nombrado All-Pro, McElhenny es parte del equipo ideal de los '50s y --desde 1970-- un integrante del Salón de la Fama. Se retiró después de pasar por los Minnesota Vikings, New York Giants y Detroit Lions hacia el final de su carrera.
5. Ronnie Lott, esquinero/profundo (1981-1990): Comúnmente se habla de "dejar todo en el campo" en el fútbol americano, pero pocos pueden presumir lo de Lott. En un partido de 1985, el intenso Lott pidió que le amputaran la punta del dedo meñique, con tal de regresar a la acción en contra de los Cowboys. Un ex estelar de USC, Lott inició su carrera como esquinero por izquierda antes de establecerse como uno de los mejores profundos libres de todos los tiempos, a partir del '86. Como novato, interceptó siete pases, regresando tres de ellos hasta las diagonales, y en el '86 y '91 (esta última campaña ya con los Raiders), lideró la liga con 10 y ocho intercepciones, respectivamente. "Es como un apoyador medio jugando como profundo", declaró alguna vez de él Tom Landry, quien también tuviera sus épocas como back defensivo. Fue elegido a 10 Pro Bowls, y ocho veces designado como All-Pro. Miembro del equipo ideal de la década de los '80s, de los '90s y del equipo del Aniversario 75º de la liga. En el 2000, fue enaltecido al Salón de la Fama, y su Nº 42 ha sido retirado por el club.
6. Bob St. Clair, tackle ofensivo (1953-1963): Uno de los jugadores más excéntricos que haya pasado por la NFL --gustaba comer siempre su carne y sus huevos crudos--, "The Geek" fue además uno de los bloqueadores más temibles en su época. Con más de dos metros de estatura, St. Clair poseía una velocidad excepcional, la cual le servía para salir en bloqueos de trampa para abrir caminos para McElhenny, Perry o Johnson. Además, era utilizado en la línea defensiva en situaciones de gol, y en 1956 se le acreditó extraoficialmente con 10 goles de campo bloqueados. St. Clair es uno de los mejores tackles derechos que jamás haya pisado un campo de la NFL, antes de la llegada de la era de la especialización que ha ido decantando los mejores talentos al lado izquierdo de las líneas ofensivas. Fue elegido en cinco ocasiones al Pro Bowl, nueve veces nombrado All-Pro, y su jersey Nº 79 ha sido retirado por el club. Este miembro del equipo ideal de la liga para la década de los '50s es integrante --desde 1990-- del Salón de la Fama.
7. Joe Perry, corredor (1948-1960, 1963): "The Jet" se fracturó un tobillo en el primer partido de fútbol americano que jugó, ocurrido en sus tiempos de preparatoria. Nunca más lo volvieron a frenar. Perry fue el primer gran estelar de los 49ers, como franquicia de la AAFC, y la primera vez que tocó el ovoide como jugador profesional, se escapó 58 yardas para una anotación ante los Buffalo Bills (una encarnación anterior a la franquicia existente, que también participaba en la AAFC). Como su apodo lo indica, Perry poseía una velocidad impresionante. De acuerdo al ex entrenador de los Niners, Buck Shaw, "Su tremenda velocidad era el único problema que teníamos con él. Cuando llegó con nosotros, corría de frente, como atleta de pista. Llegaba a campo abierto, y si sólo quedaba un jugador, usualmente lo derribaba sólo con colocarse frente a él. Tuvimos que enseñarle a hacer cortes, cambiar velocidades, usar el brazo rígido". Perry aprendió a la perfección, y se convirtió en el primer jugador en la historia de la liga en correr para 1,000 yardas en campañas consecutivas ('53 y '54). Tres veces elegido al Pro Bowl, y parte del equipo ideal de los '50s, Perry se retiró en 1963 como el líder corredor de todos los tiempos, con 9,723 yardas (y un increíble promedio de 5 yardas por acarreo). Fue elegido al Salón de la Fama en 1969.
8. Steve Young, mariscal de campo (1987-1999): Un descendiente directo del líder espiritual en cuyo honor fue nombrada la Universidad de Brigham Young, Steve fue un brillante pasador para un programa de los Cougars que ha dado mariscales de campo colegiales de la talla de Marc Wilson, Jim McMahon, Ty Detmer, Steve Sarkisian y más reciente Max Hall, y terminó segundo en la votación del Trofeo Heisman en 1983. En 1984, optó por una carrera profesional en la USFL, con el Los Ángeles Express, donde jugaría por dos temporadas. En 1985, arribaría a la NFL con Tampa Bay, quien lo había seleccionado en la primera ronda del draft suplementario de 1984, y donde sufriría dos temporadas miserables, finalizando con marca de 3-16 como mariscal de campo titular de los Bucs. Sin embargo, Walsh identificó las grandes aptitudes físicas de Young, y en 1987 envió selecciones de segunda y cuarta ronda a cambio de Young, quien era considerado un fiasco. En San Francisco, Young aprendió a ser paciente con el ovoide, y a lanzar con ritmo, sirviendo como reserva de Montana. Las lesiones cada vez más frecuentes de Montana daban oportunidades a Young de brillar, y hacia finales de los 80's, se había creado una controversia de mariscales en el vestidor de los Niners. Montana calló esas controversias guiando a los Niners a triunfos de Super Bowl consecutivos, en '88 y '89. En 1991, otra lesión de Montana le abrió definitivamente las puertas a la titularidad, y nunca miró atrás. En 1992 ganó la primera de sus siete invitaciones consecutivas al Pro Bowl, la primera de sus seis designaciones como All-Pro, y el primero de dos premios como JMV de la NFL. En 1994, Young convertiría a los 49ers en el primer club con cinco Trofeos Lombardi, apaleando a los San Diego Chargers en el Super Bowl XXIX. Su índice de pasador de 96.8 es el más alto de por vida en la historia de la liga. El primer pasador zurdo en ser enaltecido al Salón de la Fama ('05), el Nº 8 de Young ha sido retirado por el club. Una pequeña muestra de sus habilidades como corredor fueron mostradas en un anuncio de la cadena de comida rápida Burger King hace unos años, cuando se superpuso la imagen de la mascota del restaurant a la de Young realizando una increíble escapada para touchdown de 49 yardas ante los Minnesota Vikings, ocurrida en 1988.
9. Jimmy Johnson, esquinero/profundo (1961-1976): Elegido en la primera vuelta del draft de 1961, procedente de UCLA, Johnson arribó a la NFL y de inmediato se convirtió en uno de los atletas más espectaculares de la liga. Arribó como profundo, pasó a formar parte de la ofensiva, y después volvió a la posición de profundo antes de encontrar de manera definitiva su nicho como esquinero en 1963. Allí en la esquina es donde Johnson consiguió la mayoría de sus 47 pases interceptados de por vida. Elegido para cinco Pro Bowlsy cuatro veces designado All-Pro, es parte del equipo ideal de la década de los '70s, y se retiró como el 49er con más partidos jugados para San Francisco (213). Fue enaltecido al Salón de la Fama en 1994.
10. Dave Wilcox, apoyador (1964-1974): "The intimidator" fue uno de los apoyadores externos más finos de su época, gustando sobre todo de jugar pegado a la línea de golpeo. Salir en ruta de pase o asignación de bloqueo era muy complicado frente a Wilcox, quien mostraba un estilo agresivo en la línea que se popularizó alrededor de la NFL. Wilcox era extremadamente fuerte, pero ágil también en cobertura de pase. Se ganó siete invitaciones al Pro Bowl, y en cuatro ocasiones fue considerado All-Pro, incluyendo dos con el primer equipo. Ingresó al recinto de Canton en el 2000
CORTESIA: ESPNDEPORTES.COM

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