lunes, 9 de agosto de 2010

Un Fenomeno

Un fenomeno como lo titula David Faitelson periodista de ESPN
Javier El Chicharito Hernández parece ser la respuesta a todas las carencias que históricamente ha tenido el fútbol mexicano. Y esa respuesta no se forjó en la cantera de Chivas o de la mano de un entrenador o en la visión de un dirigente. No, se forjó en casa porque él es un chico de casa...


Siendo exigentes, el chico lo tiene todo.


El problema es nuestro. Es mío, es de usted que pensamos que bajo el amparo mediocre de éste futbol no es posible que alguien como él irrumpa con tal precisión, fuerza, destreza, inteligencia y personalidad. Vamos, es tan bueno, tan prometedor y tan fuerte que debería jugar en el Manchester United.


Chicharito sorprende cada día
Ahí juega. Se llama Javier El Chicharito Hernández y minuto con minuto demuestra más condiciones y más adeptos para convertirse en la gran figura que el fútbol mexicano espera que algún día sea.


Lo que más ha sorprendido al mundo del fútbol no tiene que ver con sus intempestivos goles o sus meteóricos desplazamientos en el campo de juego. No, lo que más llama la atención es la naturalidad y hasta la tranquilidad que el jugador ha demostrado en su transición del fútbol mexicano al fútbol inglés lo que es más, en su transición de las Chivas Rayadas del Guadalajara al Manchester United.



Javier Hernández parece el menos presionado cuando la historia del fútbol mexicano ha estado llena siempre de jugadores con similares o hasta mejores características técnicas y físicas que él, pero no con su poder mental, su madurez y hasta su raciocinio.


Y basta poner en funcionamiento una memoria que no debe ser muy larga. Los problemas, los pesares y hasta las injusticias siempre se han perdido en esa sonrisa inocente del Chicharito. No olviden que fue apartado de la selección sub. 17 por Chucho Ramírez. No olviden que estuvo a punto de retirarse del fútbol porque Raúl Arias y la gente que había "secuestrado" a Chivas en ese momento no contaban con él. Y no olviden que el señor Javier Aguirre decidió darle pocas oportunidades en la última Copa Mundial y a pesar de ello, Javier Hernández logró anteponerse a la imagen mediocre que México dejó como equipo de fútbol en Sudáfrica.


Las palabras de Sir Alex Ferguson confirman todo lo anterior y el propio Sir Alex Ferguson confirma la teoría. No olviden que cuando el viejo sabio escoge a alguien, no se equivoca.


El desarrollo de jugadores mexicanos para las mejores ligas del mundo no ha sido parte de un proceso sencillo. Y puede que no seguimos colgados de aquel episodio donde El Jamaicón Villegas se asomaba al buzón del correo en Alemania y le gritaba hacia el interior la dirección a donde debía llegar su carta. No estamos más en esos tiempos. La prueba es que la selección mexicana de Sudáfrica estuvo conformada en su mayoría por militantes de ligas europeas, chicos que hablan holandés, alemán, inglés, que tienen otra formación, otra educación y mucha personalidad, pero pensando globalmente en el fútbol mexicano, tampoco podemos cantar victoria con respecto a eso.


Faltan muchas pruebas por delante. La alta competitividad de la liga inglesa y de las ligas europeas (pregúntenle a Carlos Vela), los compañeros, los rivales, el publico, la prensa, las tentaciones (pregúntenle a Giovani dos Santos) y otras cosas mas que seguramente se presentarán.


Y sin embargo, más que a la cantera de Chivas o que algún entrenador o directivo habrá que agradecerle a la familia Hernández, a la mamá, al papá, a los abuelos que forjaron en el un carácter a prueba de todo, que le dieron al Guadalajara, al fútbol mexicano y al Manchester United un chico, como decimos en México, "un chico de casa" con todo lo que ello conlleva y significa.


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